Tengo a Paco Ariza por un privilegiado catador de aceites. Para saber degustar un fruto y hacerlo con criterio entiendo que primero uno debe haber cultivado la tierra y luego fundido con la vida que late en cada cosa acabar creando un mundo propio. En eso Paco es maestro. En un mundo donde nadie quiere maestro alguno me gusta sentirme alumno de alguien que habiéndolo sido por oficio, no hace ostentación y más allá, como los buenos de esa estirpe, apenas se deja sentir como tal. Lo vivo con orgullo, tanto como gusto me ocasiona poder decir así, simple y llano, maestro. Una ligeraa certitud que no esquiva la responsabilidad propia pero que ayuda a ir allá donde uno entiende se dirige la brújula personal. Digo esto recordando uno de sus preciosos comentarios noches atrás en medio de un círculo de amigos, algunos de ellos catadores profesionales, mientras nos divertíamos catando aceites frescos de esta temporada. Llegado el nuestro, “Quebradillas 10+” conforme alguno de los presentes rememoraba aromas y gustos de aquí para allá, el maestro convino en decir. “Es sencillamente un aceite de sierra”. Me quedé con la frase dando vueltas alrededor. De seguido, estuve dando un paseo por las Quebradillas con Iñaki Gómez, de la Fundación FIRE, con quien gustaríamos de plantear una intervención que destaque aún más el manejo feliz de bosque y olivar que allí se ha creado después de siglos. Disfrutando de la exuberancia de la flora y la diversidad de los olivos cultivados, enfoqué algunos detalles que os dejo en forma de imágenes y que te invito a observar según comes un poco de pan rociado con el aceite que de ese campo se derrama. Sabor de sierra, maestro amigo.
Filed under: EL PARAÍSO | Tagged: Fundación FIRE, Las Quebradillas, Paco Ariza, Subbética Cordobesa, Zuheros | Leave a comment »